dimecres, 14 de febrer del 2007

Las paradojas de la política exterior española

Armando Quiñones
Canarias-semanal.com
El pasado mes de noviembre, el gobierno de Rodríguez Zapatero firmó con la monarquía marroquí un macro contrato valorado en más de 200 millones de euros, por el que España se compromete a suministrar a ese país vecino 1.200 blindados, 800 camiones militares y 10 patrulleras. Según Armando Quiñones, autor de este trabajo, la decisión del gobierno Zapatero de rearmar a la monarquía alauita no solo introduce elementos gravísimos de inestabilidad que afectan al Archipiélago Canario, sino que rompe también las posibilidades de una solución pacifica del conflicto en el Sahara. Quiñones desmonta el mito de la política “pacificadora” de las relaciones exteriores del ejecutivo español, aportando datos y argumentos generalmente ignorados por los grandes medios de comunicación.

Muy pocas decisiones han proporcionado tanta rentabilidad política al ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero como la retirada de las tropas españolas de Irak. Salir del atolladero irakí, al que la miopía aznarista había arrastrado a la política exterior española, no fue solamente una medida acertada. Además, sintonizó con el deseo mayoritario de la sociedad, que había expresado tajantemente su rechazo a los criminales compromisos contraídos por el anterior gabinete derechista. A este gesto inicial se agregaría, meses después, una incierta propuesta de "Alianza de Civilizaciones", de cuyo contenido y objetivos nadie ha sabido dar razón. Aún así, tanto la retirada de las tropas como la propuesta "civilizatoria" posterior han proporcionado a la política exterior de Rodríguez Zapatero una aureola pacifista que, sin embargo, es absolutamente inmerecida.

En la senda de la OTAN Con una música muy distinta a la que marcan los acordes de los discursos oficiales, el Gobierno de Zapatero no ha hecho otra cosa más que continuar la senda militarista que ya había emprendido el Partido Popular. En el año 2006, España se convirtió en el segundo país de la OCDE que más aumentó el presupuesto destinado a la investigación militar. Solo la belicosa administración norteamericana del presidente Bush superó a la española en este rubro. Aunque a algunos ingenuos exegetas de la política exterior "pacifista" del PSOE pueda sorprenderles, lo cierto es que los 23.000 millones de euros de gastos militares previstos para 2007 constituyen la mayor cifra registrada en los últimos años. Traducido al Román paladino: casi el 15% del presupuesto del Estado español se dedica a gastos militares. Unos 58,10 millones de euros diarios. O expresado de manera más elocuente: el equivalente a la suma total de los gastos de los ministerios de Trabajo, Asuntos Sociales, Educación y Cultura, Agricultura, Pesca y Alimentación y Medio Ambiente.

Las misiones "humanitarias" Durante el 2006 se multiplicaron también -hasta alcanzar la decena - el número de países en los que intervienen las tropas españolas. En la actualidad, España participa en diez de las llamadas "misiones humanitarias", cuyo supuesto carácter neutral es más que discutible. La mayoría de ellas, aunque lleven el sello de las Naciones Unidas, coinciden al milímetro con los intereses de la política exterior norteamericana. Y no podía ser de otra manera. Los Estados Unidos dominan el foro en el que se decide el lugar donde, "humanitariamente", hay que enviar tropas y cañones.

España, undécima exportadora mundial de armamentos Pero, además de prepararse militarmente para intervenir en aquellos lugares en los que puedan encontrarse en juego sus intereses y los de sus socios, España se ha convertido en el curso de los últimos años en la undécima potencia exportadora de armamento del planeta. Mientras no se escatiman datos ni espacios para publicitar las cifras que puedan poner de relieve los éxitos económicos, científicos o incluso deportivos del país, este lamentable ranking es sometido a sordina y se hurta al conocimiento publico. En este capítulo, nuestros principales clientes no se encuentran, naturalmente, en el llamado "primer mundo" sino entre aquellos países a los que luego intentaremos rescatar con nuestras "misiones civilizatorias y humanitarias". España es hoy el primer proveedor de munición de los países del África subsahariana, donde las ventas de esta mortal mercancía alcanzan los 1,2 millones de euros, casi el doble de lo que vende a Francia y el triple de lo que vende a los EEUU.

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